El planeta se compone de inmigrantes
El planeta
se compone de inmigrantes. El “Nuevo Mundo” se empezó con inmigrantes.
Recordemos
que nuestros primeros pobladores vinieron desde Asia por el Estrecho de Bering.
Algunos se quedaron en las riveras del Orinoco y de allá, llegaron al Caribe.
Nuestros conquistadores, aunque pocos se asentaron, vinieron de Europa y en
otros viajes, trajeron a nuestro componente África. Sigamos más adelante, el
padre de nuestro padre de la Patria, Juan José Duarte Rodríguez era español y su madre, Manuela Diez Jiménez, aunque del Seibo, fue hija de padre español y madre dominicana. ¡Incluso los Nórdicos estuvieron
antes que el italiano que “lo descubrió”, aquí! ¡Leif Ericsson es más que una
marca de celulares! Este es un mundo de inmigrantes.
Me da vergüenza,
después de llenarme la boca de decir que tengo una rica herencia étnica y
cultural, ver cómo tantos de nosotros celebramos y hemos aceptado tan
dócilmente la nueva resolución del Tribunal Constitucional. Cómo pronuncio
perejil y mis apellidos son españoles, “a mí, maní”.
¿Dónde
queda el derecho a una personalidad jurídica, consagrado en la Declaración
Universal de los Derechos Humanos? ¿Dónde queda el principio de retroactividad
de la ley? ¿Para qué es la Constitución si no para velar por el funcionamiento
del Estado y el bienestar de los ciudadanos? ¿O es solo para ocupar el carguito
4 años más?
Por
supuesto que debemos regularizar la migración entre nuestros países. Nuestra
propia administración ha sido complaciente porque ¿a quién no le gusta la mano
de obra barata? ¿Y que dicen las autoridades Haitianas? ¿Acaso no estaban consientes
del alto número de sus ciudadanos que viven irregularmente del otro lado de la
frontera?
De todos
modos, si vienen a un país donde saben que serán discriminados y cuyo idioma no
dominan, es porque alguna promesa de mejoría han de tener. ¡El trabajo aparece!
Haití no somos todos, pero Haití vive con nosotros en la misma isla. Las
relaciones entre ambos países no pueden ni nunca serán evitadas.
Entonces,
¿qué hacemos? Ya están aquí. ¿Por qué no facilitar la aplicación para la
residencia a aquellos que ya se encuentran en el país con un contrato de
trabajo o estudiando? Incluso aquellos con trabajos informales como empleadas domésticas,
que soliciten un afidávit de sus empleadores. Que la sentencia sea efectiva
para todos los hijos de inmigrantes irregulares, sin distinción de origen, a
partir de este año. Las vidas y futuros de cientos de jóvenes
Domínico-Haitianos no pueden ser tomados como simples daños colaterales.
Por una
vez, abandonemos nuestra doble moral. ¿Y quién no tiene un tío en Nuevayol?
Unknown
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