Consecuencias de la globalización

Hoy en día, la humanidad enfrenta diversos problemas en cuanto se refiere a la ecología, la economía, la política, entre otras. De acuerdo con los sociólogos, los tres problemas persistentes de la sociedad son la explosión demográfica, la rapidez del cambio tecnológico y la comunicación instantánea, los cuales han sido tres de las mayores consecuencias de la globalización, siendo las últimas dos posiblemente las que más han afectado a la juventud.

La tecnología avanza cada día más, y la misma se desarrolla en sociedades capitalistas lo que se deriva en un aumento de la oferta y la demanda, llevándonos a un consumismo masivo cuya principal víctima suelen ser los jóvenes, así como también una alta exposición de los aún más jóvenes a elementos dañinos como pornografía, violencia y drogas.

Por otro lado, la aparición de programas de mensajería instantánea como el Messenger, las páginas de chat y los SMS han desencadenado un nuevo “dialecto instantáneo”, en el que podemos observar un empobrecimiento de la lengua: enorme descuido de la ortografía, cambios morfosintácticos y léxico-semánticos, y uso de palabras prestadas de otras lenguas. Esto no sólo podemos apreciarlo en dichos programas, pues dicho fenómeno ya ha cruzado la barrera digital y se ha vuelto común tanto en el habla cotidiana como en la escritura. Otra consecuencia es que debido al suministro excesivo de información entre usuarios, se han desencadenado grandes olas de escándalos, crímenes, asesinatos, violaciones y otros lamentables casos en los que se han visto implicados personas muy jóvenes.

Esto no significa que la globalización deba de ser de plano rechazada, ya que gracias a la tecnología es que se han podido lograr grandes avances y descubrimientos en diferentes áreas del conocimiento como la medicina, la astronomía, etc. y así prevenir y solucionar grandes catástrofes que han amenazado a la sociedad y salvar muchas vidas. También, gracias a la comunicación instantánea hemos podido agilizar el proceso comunicativo y hacerlo aún más económico, así como también facilitar el contacto entre diversas culturas y hacerlo algo asequible para todos. La clave en este caso es la moderación y uso correcto de dichos recursos, protegiendo nuestra privacidad, respetando las normas del idioma y la cortesía, y controlando la exposición de los más pequeños.