Las 8 lecciones que aprendí de la universidad
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It’s something unpredictable, but in the end is right. I hope you had the time of your life ♪

En caso de que no reconozcas la letra, es “Time of your life” de Green Day. Al igual que este blog y mi estilo narrativo, es otro cliché de la generación Y pero estas 8 lecciones te servirán para la vida académica y la vida diaria.


1. Trust no b@#$%

Registro NO es tu amigo. Si crees que no es posible que te cambien de una sección a otra sin avisar o que borren las calificaciones de una materia que tomaste en el primer semestre y fue pre-requisito de las otras 4 que ya tomaste entonces mi querido(a), tu inocencia es adorable pero con ella no llegarás a ninguna parte.

Nunca asumas nada. Te evitará muchos problemas comunes de la comunicación. Siempre verifica rigurosamente todos tus documentos y solicita cada semestre un récord de notas sellado por la Universidad. Al fin de cuentas, es a ti más que a nadie a quien le interesa que te gradúes.


2. Sócrates tenía razón

Con todo y el monólogo de Carlos Sánchez, conócete a ti mismo. Definir tus fortalezas, debilidades y metas junto a un plan para administrar tu tiempo, será la clave para balancear la vida académica con tu trabajo y vida social.

No limites tus retos. Reta TUS límites. Por ejemplo, las matemáticas nunca fueron mis mejores amigas y me fue pésimo en el primer parcial. Entonces, decidí dedicar al menos 1 hora diaria de práctica en las mañanas porque son mis mejores momentos de comprensión. Terminé pasando en A y hasta exonerada del examen final.


3. Si tiene las palabras “-pan”, “ahorro”, “oferta” o “frito”, no será parte de una buena dieta

La dieta de empanadas y sodas terminará reflejándose en los humillantes ruegos de la báscula que te grita “¡Estás gordo! ¡Apéate de la plataforma! ¡Me hace mal!”, y en tu salud. Esto no se limita sólo a la comida de la cafetería. Si viene en “combo”, se compra por “drive-thru” o se puede conseguir a altas horas de la noche, no-es-bueno.

Opta por opciones saludables y practica algún deporte al menos dos veces a la semana. Las empanadas son ricas pero poder lucir tu figura espectacular con todo el tiempo libre post-universidad, es aún mejor.


4. Que los libros sean tus fuentes primarias de investigación

Si, Wikipedia es más rápido y fácil pero al citar autores y libros, los profesores (en simples palabras) verán que “estás en eto”. Además, ¿qué tan confiable es el Internet? ¿Cuántas veces han muerto Cerati y el Gabo en lo que va de este año?

Si no quieres ir a la biblioteca, visita www.books.google.com. Algunos libros incluso son descargables y puedes después colocarlos en tu tablet y andar con ellos pa’rriba y pa’ bajo. Recuerda que el que no lee, no tiene el derecho a la palabra.


5. Una buena impresión es crucial… y algo que te distinga del montón

Al menos un 50% de tus notas estarán basadas en tu participación en clase y entre tantos números de matrícula, secciones y apellidos, la verdad es que los profesores no tienen tanto interés en ti como para recordar todos tus datos.

En mi caso, el “look asiático” siempre resaltaba. Una vez, por error, un profesor me publicó una F como nota final. Lo llamé y le expliqué mi caso pero no me “ubicaba”:

- “Le habla Lidia Valdez”
- “¿Quién?”
- “De su clase de Historia de las Ideas Políticas de los Jueves …”
- “…”
- “Siempre me siento adelante con Fulana y Mengana…”
- “…una chinita…”
- “¡Ah! ¡La chinita! ¡Pero claaaro! ¡¿Una F?! ¡¿Cómo va a ser?! Arreglo eso enseguida.

Lidia Alejandra tuvo su A+ y todo el mundo feliz.

  
6. Trabajos en grupo: Si no te matan, te hacen más fuerte

Los grupos me enseñaron 3 cosas: Cómo trabajar en equipo, como desarrollar tu madera de líder y a formar carácter. 

Por lo general me tocaba ser mediadora o líder de grupo y creo que nunca me fui sin tener al menos una discusión. No siempre pude escoger a mis compañeros pero esos que fueron tan irritantes, fueron de los que más aprendí. Pasé de "¡no se peleen por favor!" a "o guayamo to' o me llevo el coco". ¿Cómo?

Sácale el provecho a cada quien: ¿Quiénes tienen tiempo libre para hacer encuestas? ¿Quién es tecnológico? ¿Quién es bueno escribiendo o más extrovertido como para entrevistar a alguien? Como vi una vez en un restaurante que me encantaba (Squina) “lo importante no es saber, sino tener el teléfono del que sabe”. Recuerda siempre que cada persona sabe al menos algo que tú desconoces. Permite que cada quién pueda encontrar su utilidad y comprenda que puede aportar algo;

Sé diplomático: Es probable que tengas que toparte con esa persona al menos una vez más en la vida y nunca sabes de quién dependerás en algún momento, así que con todo y los piques que te hagan pasar se democrático, conserva tus modales y cuida tus palabras para que no te duela si tienes que tragartelas después; 

No tengas miedo a la confrontación: Si alguien simplemente no hizo nada, no lo incluyas en el trabajo y dilo de frente. También, procura decírselo al profesor a tiempo. Así vas dando a conocer tu carácter temprano y tus compañeros comenzarán a tomarte en serio.


7. Murphy siente desprecio por ti en particular.

Si algo puede salir mal… Ya te sabes el resto. Adopta la idea de que Murphy te odia. Por lo tanto, ten siempre dinero de emergencia para un taxi, intenta ahorrar al menos lo que ganas en 3 meses, dale a Ctrl + S (ó G) como si tu vida dependiera de ello y guarda una copia en tu correo electrónico para que puedas acceder a tus archivos desde donde sea. Siempre ten un plan B.


8. Disfruta esos 4 años.

Son para que crezcas, tropieces, te des un jumo y conozcas tus límites, llores, te enamores, te amargues y te desenamores, conozcas gente y lugares, te guste Arjona, entiendas que es mejor suicidarte o mejorar tu gusto musical, etc.

La universidad es un mini-training para la vida. Cuando la carrera acabe verás que esas cosas que eran tan grandes apenas las recuerdas, y que ahora es que falta mambo.

No creo en los finales felices de Disney. Soy fatalista.



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